El proyecto de La Quinta do Encontro, del arquitecto Pedro Mateo, surge en el 2.000 bajo el concepto de producción diferenciándose de la imagen asociada con la región. Situada en S. Lourenço do Bairro, Aveiro, Quinta do Encontro debe su nombre a la proximidad con la Cruz do Encontro.
En 2005, con la necesidad de aumentar y mejorar el proceso de vinificación, se comenzó la construir de la nueva bodega, incorporando el concepto de turismo del vino, con un diseño moderno e innovador. En este espacio se puede establecer un contacto con las diversas etapas del proceso de producción, desde el viñedo a la degustación.
La bodega, equipada con tecnologías de vanguardia para la producción de vino, se encuentra implantada en el paisaje vitícola, la forma cilíndrica de la bodega permite a los visitantes tener una visión global del entorno, convirtiéndose en parte del espacio en armonía con la naturaleza.
En la planta baja se ubican un pequeño lounge, comedor y almacén. Con ambiente intimista, los vinos son los protagonistas, acompañados por una cocina regional de vanguardia.
El espacio multiusos situado en la planta superior está equipado para responder a cualquier demanda sobre el vino y la viña. Reuniones, exposiciones de arte, recepciones y otros eventos son posibles con el paisaje sereno como telón de fondo, dominado por la vid y la Serra do Caramulo do Buçaco.
La imágen exterior de la bodega se asocia con una barrica. El recorrido interno se realiza mediante rampas alrededor del edificio -no hay escaleras- como analogía empleada por el arquitecto Mateo al sacacorchos.
En el centro de la bodega se encuentra la sala de vinificación, equipada con tecnología de vanguardia. La zona de crianza de barricas se distribuye en una especie de pasillo lateral que rodea todo el edificio.
Fotocrédito: Quinta do Encontro, Magnacasta